
Las dos ramas de la gratitud
Me encantan las historias. ¿A quién no?. Las historias tienen la capacidad de abrir las puertas a experiencias y lecciones que tal vez no hayamos experimentado, pero con las que podemos sentirnos identificados.Y abrir nuestra mente y nuestro corazón a nuevas perspectivas y aprendizajes.
Me encontré con esta historia el año pasado escrita por el hermano David en Gratefulness.org mientras investigaba documentación para mi curso de 8 semanas de Mindfulness. Y me enamoré de ella. Es una historia, que aunque es muy breve es muy posible que necesites leer varias veces y pararte a meditar cada palabra o frase.
Esta historia esta traducida del inglés, por lo que he tenido que adaptarla, ya que el juego de palabras y significados no tienen una traducción literal. Espero que os guste y que disfrutéis el proceso.
Hay dos ramas de Gratitud. Una es Agradecimiento, y la otra es Acción de Gracias
La rama de Agradecimiento es cuando el Cuenco que representa la Vida está tan lleno que está casi desbordado, pero no del todo. Tan lleno que casi cede en los bordes pero no deja caer su contenido. Esa es la experiencia de la Gran Plenitud de la Vida.
Y cuando estás en la Gran Plenitud de la Vida, eres uno con Dios, eres uno con el Universo, no hay división y no hay "otro". Y esa experiencia te hace sentir tan pleno, que el Cuenco de la Vida cede y se desborda por fin, fluyendo directamente en la segunda rama: la de Acción de Gracias.
Cuando estás en la Acción de Gracias, el Cuenco de la Vida está absolutamente desbordado. Estás agradecido de que haya un "otro" porque todo lo que quieres hacer es contribuir y servir y compartir y dar y ser la diferencia para hacer el mundo un sitio mejor. Y esta plenitud, te pone de nuevo en la rama donde experimentas la Gran Plenitud de la Vida, donde eres uno con Dios y no hay "otro".
Por eso puedes vivir toda tu vida en las dos ramas de la Gratitud...